Intolerancia al gluten

¿Qué es la enfermedad celíaca?


La Enfermedad Celíaca (EC) es una intolerancia permanente al gluten, proteína del conjunto de las prolaminas, que se halla en la semilla de determinados cereales de la familia Triticeae, como el trigo, cebada, centeno, triticale, kamut, escanda y seguramente avena.

El gluten representa más o menos un ochenta por ciento de las proteínas de los granos de los cereales, y son las prolaminas de este gluten (las gliadinas del trigo, las hordeínas de la cebada y las secalinas del centeno), caracterizadas por ser solubles en alcohol, las que resultan tóxicas en la EC. Sin embargo, es frecuente referirse a la sensibilidad al gluten y no a la de las prolaminas.



Quienes sufren esta intolerancia no pueden ingerir ningún comestible que contenga gluten (si bien este aparezca en partes pequeñísimas, por norma general expresadas en partes por millón), ya que desencadenará una reacción inmunológica en el intestino de estos individuos.

En las personas intolerantes, esta proteína genera una inflamación crónica y lesión de las vellosidades del intestino delgado que complica la absorción de los nutrientes y provoca faltas nutricionales.

Por norma general se presenta en personas predispuestas genéticamente. Es una enfermedad de mayor prevalencia en mujeres que en hombres, siguiendo un ratio de 2:1. Los datos prueban que el 1 por ciento de la población de España es celíaca, aunque, estudios recientes prueban que el setenta y cinco por ciento de las personas celiacas están todavía sin diagnosticar. Con lo que a la CAPV se refiere, en nuestros días, se estiman más de cuatro mil personas diagnosticadas. No obstante, cabe aguardar que en torno a veinte personas lleguen a desarrollar esta nosología.

¿Qué síntomas presenta?


Frecuentemente esta intolerancia se manifiesta con pérdida de hambre, pérdida de peso, perturbaciones gastrointestinales (diarrea, nauseas, hinchazón del vientre, dolores abdominales), anemia ferropénica (falta de hierro), osteoporosis (falta de calcio) y en el caso de los pequeños y las pequeñas, retraso en el desarrollo a consecuencia de la malabsorción de ciertos nutrientes. Con todo, estos síntomas tradicionales no siempre y en todo momento aparecen y a veces la persona no presenta síntomas y, entonces, el diagnostico resulta más difícil.

¿Qué es lo que significa llevar una dieta exenta de gluten?


Primeramente, es preciso un riguroso control de los comestibles cuando a la presencia de esta prolamina se refiere, y seguidamente un equilibrio dietético que deje el adecuado cumplimiento de las necesidades nutritivas de la persona. Para esto, es indispensable conocer qué comestibles poseen
o bien pueden contener gluten, y cuáles no.

Tras un tiempo de consumo de una dieta sin gluten, poquito a poco los síntomas empiezan a mitigarse hasta desaparecer, los valores de las analíticas de sangre se restituyen y la mucosa del intestino delgado recobra la normalidad.

En los pequeños y pequeñas celiacos/as, singularmente, una dieta exenta de gluten se hace apreciar de manera rápida. En poquitos días se observa una mejora del hambre y del bienestar general, desaparecen las perturbaciones gastrointestinales y se reanuda el desarrollo normal.

En las personas adultas, se reducen poco a poco los estados carenciales de minerales y vitaminas, mejorando dificultades como la osteoporosis o bien la anemia. Además de esto, es esencial indicar que llevar una nutrición libre de gluten reduce el peligro de sufrir trastornos de salud en un largo plazo.

Como se ha indicado anteriormente, una dieta equilibrada es aquella que cubre todas y cada una de las necesidades del individuo sosteniendo un perfecto estado de salud.

No obstante, el tratamiento dietético de la enfermedad celíaca puede suponer determinadas limitaciones en la dieta que compliquen el cumplimiento de las recomendaciones de una dieta equilibrada y condicionen el estado nutritivo de la persona celíaca. Una limitación excesiva del consumo de cereales, y de aquellos comestibles que los pueden contener por polución, como solución para eludir la ingesta de gluten, se traduce en una menor ingesta de hidratos de carbono y fibra, que se acompaña de un exceso de grasa y proteínas.

Sin embargo, llevar una dieta equilibrada perteneciendo al colectivo celiaco sí es posible. Para esto es preciso conocer la pluralidad de comestibles naturales sin gluten, como los productos especializados que existen en el mercado y también incluirlos en la dieta frecuente.